Lejos de ser un mero hedonista, a medida que pasa el tiempo me convenzo más de la importancia de disfrutar de esta vida que me tocó.
Un buen ejemplo es el siguiente:
Una reposera al aire libre, al sol de ser posible si no hace demasiado calor. Un buen disco sonando (Miles Davis, Thelonious Monk o porque no The Who). Un buen tabaco (alguna mezcla con latakia sería ideal), y una buena pipa. Lo de la buena pipa obviamente es muy subjetivo, más si nos tratamos de alejar de esa maldita costumbre que tenemos estos días de priorizar las marcas (por dios ojalá nunca vea una pipa con el logo de nike o reebok). La herramienta a utilizar para quemar el tabaco debe ser cómoda en la boca, atractiva a la vista y fundamentalmente, fumar bien; no se olviden que fumamos tabaco pero también fumamos la pipa. Esto último lo descubrí después de muchos años de fumar en pipa, y aunque para algunos sea una obviedad hay muchos pipafumadores que no lo saben. De ahí proviene el hecho de que un mismo tabaco resulte distinto dependiendo de la pipa que utilicemos, o incluso del descanso que haya tenido la misma después de su última fumada. También dependerá de la calidad y el tratamiento que haya tenido el brezo en la etapa de fabricación, y como haya sido tratada en lo que va de su existencia. Una experiencia recomendable son las pipas de maíz o corn cob que son algo bastante diferente al noble brezo. Antes de probarlas por primera vez tenía mis reparos ante estas pipas que parecen de juguete; pero que luego de encendidas nos entregan una fumada fresca y con un dejo a maíz muy agradable.
Espero que hayan disfrutado de su fumada y no olviden utilizar una escobilla limpiapipas para dejar a nuestra amiga en buenas condiciones para la próxima...