Los pipafumadores por lo general desarrollamos una tendencia a tener cada vez más pipas. Es como una obsesión, no conozco ninguno que tenga dos o tres solamente. Convengamos que si lo que hacemos es fumarlas aunque sea de vez en cuando, la cantidad mínima serían dos para poder darles el reposo necesario entre una fumada y otra. Pero eso es sólo el inicio. Una parte importante del placer de fumar en pipa es acercarnos al lugar donde las guardamos y elegir la herramienta necesaria para quemar el tabaco. Esto va a depender de diversos factores. Uno es el momento del día y por consiguiente el tabaco a utilizar, tal vez un aromático por la mañana, o una mezcla con latakia después de una buena comida, pero depende de los gustos de cada uno claro. Si disponemos de poco tiempo, por ejemplo media hora, probablemente elijamos una pipa pequeña como para cargarla toda o casi en su totalidad. Es una regla aceptada que las curvas son las ideales si vamos a conducir, y las más grandes y pesadas para tener en la mano leyendo un buen libro o charla mediante. Pero el criterio que prima es el más subjetivo, ese que nos hace inclinarnos por una en lugar de otra por cuestiones que tienen que ver un poco con lo estético pero más que nada con lo sentimental.
De ahí que necesitemos tener variedad a la hora de elegir la indicada. Aparte de que nos permiten disfrutar de todo lo que trata este hobby, el limpiarlas, lustrarlas, ordenarlas, y a veces… hasta fumarlas.
Un saludo a todos,
Bato
Pd: he tenido unas cuantas visitas al blog pero sólo un par de comentarios, se que a veces a uno le da pereza, pero los invito a hacerlo para que tenga un ida y vuelta más interesante para todos
