Estaba caminando por la calle y me pareció que me observaban, no es que alguien en particular lo hiciera sino en general. No estaba cerca de casa por lo que no se trataba de gente conocida… era la pipa.
Sí, por tonto que pueda parecer la pipa lo hace ver a uno como un personaje extraño. Hace mucho dejó de estar de moda, y tal vez pasara un poco más desapercibida si se tratara de un hombre mayor en lugar de alguien relativamente joven como es mi caso. Por si fuera poco en Uruguay como en casi todo el mundo las leyes anti tabaco se han endurecido y con el paso del tiempo empezamos a ver una especie de condena social hacia el tabaco. Las campañas apuntan a los estragos que ha causado el cigarrillo y no la pipa, pero muchas veces por desconocer las diferencias entre uno y otro se colocan ambos en una misma bolsa. Así tenemos a un individuo que está haciendo algo supuestamente condenable (fumar), con un artilugio en su boca que era más digno de Freud, Neruda o Picasso; pero nunca de un desconocido que pasa junto a nosotros.
Esto pasa en mi país que siempre fue muy conservador pero supongo que debe ser similar en el resto de América Latina; tal vez no tanto en Europa.
Los invito a que cuenten sus experiencias personales ya sea en sus respectivas ciudades o estando de viaje.
Un saludo,
Bato