La década del
30 veía como cambiaban la vida diaria los avances tecnológicos. La
fotocopiadora, el teflón, las latas de cerveza, los ojos de gato o deflectores
y el aire acondicionado, son sólo algunos de los inventos que modificaban el
paisaje cotidiano. Este último, el aire acondicionado, está emparentada con
nuestra heroína, la pipa Falcon.
En 1936 el
ingeniero Kenly Bugg creaba una pipa con boquilla de aluminio y cazoletas de
brezo intercambiables. Por su rapidez para dispersar el calor, el aluminio fue
el material ideal para estas nuevas boquillas; que imitaban el principio
natural por el cual las gotas de lluvia caen de las nubes al chocar con aire
fresco. El fondo de la cazoleta de brezo es hueco y se apoya sobre el aluminio,
y de esta forma captura la humedad actuando como un condensador.
“Light as a
Feather, Cool as a Breeze and Clean as a Whistle”
Liviana como una pluma, fresca como una brisa y limpia como un silbido
Liviana como una pluma, fresca como una brisa y limpia como un silbido
De esta forma
se anunciaba la nueva criatura y al cabo de algunos años ya había revolucionado
el mercado de las pipas. La década del 40 trajo tiempos difíciles dada la
escasez de aluminio para fabricarlas, el cual se destinaba al armamento para la
segunda guerra mundial. Pero ya en el 50 se había restablecido completamente su
producción, llegando a la increíble cifra de 6 millones de pipas vendidas en
1954 (sólo en los Estados Unidos). Dado lo conservador del mercado inglés,
había escepticismo sobre su posible éxito en Gran Bretaña; pero su éxito fue
arrollador obligando incluso a establecer una fábrica en Londres.
Como sucedió
con las pipas en general, el paso del tiempo hizo que bajara notoriamente la
cantidad producida; pero de todos modos ya estaba instalada entre los
pipafumadores de todo el mundo. Son muy pocos los que la utilizan en exclusiva,
pero la mayoría tenemos alguna para incluirla en nuestra rotación.
Entre sus
ventajas se encuentra su alta durabilidad, resistencia, facilidad para
limpiarlas y la posibilidad de intercambiar las cazoletas.
Ofrecen una
fumada distinta a las clásicas de brezo y ya por eso merecen una oportunidad.
Buenos humos,
Bato