INVIERNO
El frío es lo más complicado porque permanecer en un espacio abierto durante una hora o más puede resultar casi un sacrificio. Ahí entrarán en juego las ganas que tengamos de disfrutar de nuestra pipa en contraposición a la temperatura ambiente. Si decidimos hacerlo seguramente una mezcla con cuerpo sea la indicada, de lo contrario, podemos avocarnos a limpiar, lustrar y ordenar nuestras compañeras para que estén listas para el próximo llamado.
VERANO
El calor extremo puede quitarnos el deseo de disfrutar una pipa durante el día pero a la noche, luego de la cena es excelente. Si lo hacemos al sol lo aconsejable es un tabaco suave y que no sea excesivamente aromático, tal vez una mezcla de virginias con burley o perique sea lo indicado. Debemos tener cuidado de no dejar a nuestra amiga al sol; las boquillas están hechas generalmente de ebonita y la exposición prolongada a la luz solar las oxida dejándolas con un color marrón verdoso bastante desagradable.
PRIMAVERA y OTOÑO
En lo personal las mejores estaciones para nuestro hobby. Cuando las temperaturas no son extremas el aire libre y nuestra pipa echando humo son siempre una buena combinación. Aquí dependerá del día o incluso de nuestro estado de ánimo la mezcla escogida. A la mañana virginia y a la noche quizás latakia, en fin, la variedad es una de las ventajas que tiene el pipafumador.
Temperatura bajo cero o calor sofocante, lluvia y viento o un día hermoso, siempre nos podemos hacer un momento para “bajar la pelota al piso” y degustar una pipa.
Buenos humos y mejor vida,
Bato