jueves, 13 de diciembre de 2012

Se me apaga la pipa



Más allá de que no sea el objetivo primario, el hecho de mantener la pipa encendida puede resultar fundamental en el pipafumar. A todos nos ha pasado encender y reencender hasta el cansancio en alguna oportunidad. Si bien no le encuentro sentido a las competencias de fumada lenta (más allá de su aspecto sociabilizador); hay algunas técnicas que nos pueden ser de utilidad.

Desmenuzar el tabaco
Esto depende mucho de la mezcla que vayamos a saborear, pero como regla general  desmenuzar las hebras ayuda a la combustión. No separarlas de a una, sólo deshacer esa especie de ovillos que solemos tener cuando lo sacamos de la lata o pouch.

Airearlo
Luego de separarlo es conveniente dejarlo unos minutos sobre la mesa antes de cargar la pipa. Entre quince minutos y media hora está bien, no se trata de secarlo sino de que pierda el exceso de humedad que pudiera tener.

Cargar la pipa
Hay tratados enteros al respecto… hasta métodos con nombres propios!
Para simplificarlo yo recomiendo el de “Las tres etapas simplificado” (ahí fue un nombre nuevo).
1° – pequeña cantidad de tabaco que irá en el fondo del hornillo por lo que será el más flojo. Sólo lo dejamos caer y luego lo bajamos con el dedo pero SIN PRESIONAR.
2° – una cantidad de tabaco superior a la anterior que llenará nuestra pipa casi hasta el borde; esta vez la presión que ejerceremos será UN POCO superior.
3° – por último completamos la pipa incluso por encima del borde. Esto que parece sobrar lo bajamos con pequeños movimientos en círculo del pulgar.
Una vez completada la carga nuestra pipa deberá ofrecer una pequeña resistencia al aspirar a través de ella.

Encendido
Preferiblemente con fósforos o cerillas (si no hay viento); de lo contrario con encendedores comunes de gas butano (nunca zippo u otros que utilicen gasolina o queroseno).
Encender toda la superficie del tabaco, este seguramente se crispará y rápidamente se apagará; lo bajamos con el atacador y volvemos a encenderlo.

La fumada
Aspiraremos de forma pausada y nunca de forma violenta (una o dos veces cada vez).
Usaremos el atacador para controlar la combustión y asegurarnos que todo el tabaco se vaya consumiendo de forma pareja; no debemos abusar del atacador porque esto puede calentar excesivamente la pipa.
Si percibimos que se nos está apagando podemos soplar suavemente a través de la boquilla, luego aspirar normalmente pero tapando y destapando la boca del hornillo para generar una especie de fuelle. Esto reanima la combustión pero ojo, tampoco debemos abusar de esta técnica.
Con estos consejos deberíamos conseguir una fumada que no requiera más de dos o tres reencendidos (o ninguno!).
Nunca perder de vista que nuestro objetivo no es mantener la pipa encendida sino experimentar una fumada placentera.
Buenos humos,
Bato

domingo, 12 de agosto de 2012

Narguile o pipa de agua


Una de las ventajas de fumar en pipa es la variedad que nos ofrece. Ya hablamos de la infinidad de mezclas que podemos probar; ahora le toca el turno a la herramienta.
Tenemos las clásicas de madera de brezo u otras maderas, las de maíz, cerámica, tipo Falcon… en fin, la variedad es amplia pero podemos decir que todas ellas son hermanas. Hoy es el turno de su prima, el narguile, también denominado shisha, cachimba, hookah, o pipa de agua.
Tienen muchos puntos de contacto como la correcta preparación y encendido; y la invitación a relajarse y disfrutar de la fumada. Pero el narguile es una experiencia más bien colectiva. Claro está que podemos prepararla y saborearla de forma individual, pero allí no obtenemos todo lo que nos puede dar. No en vano ambienta desde hace cientos de años los salones de té de prácticamente todo el mundo árabe. Allí suele ser un factor sociabilizador ya sea en medio de una plática o juego de naipes.
El tabaco utilizado se denomina "molasses", su nombre proviene del tratamiento que reciben las hojas. Luego de sucesivos lavados, éstas se mezclan con un almíbar o miel (melaza), lo que le da los distintos aromas y sabores. Su contenido nicotínico es muy bajo y resulta imperceptible a los fumadores de pipa, habanos o cigarrillos. El hecho de ser una pipa de mesa (o de pie si fuera muy grande), nos quita la posibilidad de desplazarnos mientras la saboreamos y eso también la diferencia de la clásica de brezo.
Lo más destacado del fumar en narguile es la temperatura del humo, este nos llega a la boca absolutamente fresco desde el inicio hasta el fin de la fumada. Esto se debe lógicamente al agua que actúa como enfriador y también al largo recorrido que debe hacer desde la cacerola (recipiente donde se realiza la combustión), a nuestra boca.
Una experiencia distinta y altamente recomendable para aquellos pipafumadores y también para aquellos que no lo son.
Salud y buenos humos,
Bato

sábado, 21 de julio de 2012

Pipas de segunda boca



A menudo surge la pregunta de cuanto se debe gastar para adquirir una pipa de calidad aceptable.
Las pipas nuevas desde luego son recomendables y el abanico de precios es amplio. Su elección, el aculotado o rodaje inicial, y sus posteriores usos los determinaremos nosotros. Elegiremos las mezclas que tendrá asignadas (aromáticas, neutras, inglesas) y sus tiempos de descanso.
Pero una opción a tener en cuenta son las usadas. Ya sea en una feria o mercado de pulgas o vía internet, esta es una alternativa más que recomendable. Primero que nada, nos permite acceder a pipas de calidad por poco dinero. Con un trabajo mínimo podemos desinfectarlas, dejarlas lustrosas, y tener una pieza de calidad. Es más, de vez en cuando accedemos a pipas con una larga historia que le pueden aportar a la fumada nuevos matices y sobrepasar las capacidades de una nueva. De todas mis pipas la que mejor fuma es una FBC que no se puede datar con exactitud pero sí saber que se confeccionó antes de 1945. ¿Casualidad? No lo creo. A través de cientos o miles de fumadas el brezo va guardando un poco de cada tabaco y nos lo devuelve paulatinamente cada vez que la encendemos.
Un saludo y suerte en la búsqueda,
Bato

viernes, 29 de junio de 2012

Reseñas o catas de tabaco


Las reseñas sobre las distintas mezclas son algo absolutamente subjetivo. Al punto que un mismo tabaco, de una misma lata, fumado en la misma pipa, nos pueda saber diferente al cabo de un tiempo. Si bien las características serían prácticamente las mismas (debemos tener en cuenta que se trata de material orgánico), pueden diferir mucho las sensaciones que estas nos provocan.
Esto podría hacernos pensar que son inútiles las reseñas o catas de las mezclas pero eso está muy lejos de la realidad. Dentro de la enorme variedad que tenemos para elegir, los comentarios hechos por otros pipafumadores nos sirven como guía. Cuando tomamos en cuenta varias reseñas, escritas por distintas personas, esa suerte de promedio de sensaciones puede ser bastante esclarecedora.
Un sitio de referencia a nivel mundial es tobaccoreviews.com, lleva muchos año en línea y cuenta con un vasto catálogo de mezclas y a su vez miles de reseñas escritas por los usuarios.
En castellano fue creada recientemente catasdetabacos.com , desde el punto de vista funcional, es aún mejor que tobaccoreviews. Esperemos que con el tiempo se nutra de catas y evaluaciones que nos ayuden a la hora de escoger una mezcla; para eso los pipafumadores de habla hispana debemos tomarnos unos minutos y compartir nuestras experiencias con el resto de la comunidad.
Por último debemos dejar en claro que las reseñas pueden orientar nuestra búsqueda de la fumada perfecta, pero la última palabra siempre la tendrá nuestro paladar.
Un saludo a todos,
Bato